Un paraíso de compotas y de rosas

Abstract

Si algo nos deja en claro la llamada Teoría del Caos es que el caos no existe. Es simple ignorancia de las sutiles relaciones causales que rigen el Universo. El inocuo aleteo de una mariposa (como en sabido proverbio chino) puede crear estragos o dichas insospechadas. Un aparente equívoco propicia que Vasconcelos geste, en la primera mitad del siglo xx, un vasto plan cultural que diera sentido a la caótica Revolución mexicana. Ese “equívoco” (o aleteo de mariposa) fue la publicación de “La suave Patria” y la muerte de su autor en 1921. Un aleteo que, antes, había hecho zozobrar al poeta de sus convicciones seminaristas, hasta “modelarlo por entero” y convertirlo en un adicto a los dictados de un corazón promiscuo. En sus días finales, concibe una patria dual, casta y pura, lo mismo que entregada a todo aquel que sepa amarla. No hay discrepancia. En el poema asistimos a la consumación, en un lecho de paja, del amor del poeta por su suave amada, a quien ha raptado en un “garañón” y con enhiesta “matraca”. Y a un insólito paralelismo hermenéutico entre el poema y el relato de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, el Nican mopohua.

If the so-called Chaos Theory leaves us with something, it is that chaos does not exist. It is simple ignorance of the subtle causal relationships that govern the Universe. The innocuous flapping of a butterfly (as in a certain Chinese proverb) can create havoc or unexpected happiness. In the first half of the 20th century, an apparent misunderstanding caused Vasconcelos to create a vast cultural plan that gave meaning to the chaotic Mexican Revolution. That “mistake” (or butterfly flutter) was the publication of “La suave Patria” and the death of its author in 1921. A flutter that, before, had made the poet capsize from his seminary convictions, until he “completely modeled him” and make him addicted to the dictates of a promiscuous heart. In his final days, he conceives a dual homeland, chaste and pure, the same as given to everyone who knows how to love it. There is no discrepancy. In the poem we witness the consummation, on a bed of straw, of the poet’s love for his gentle mistress, whom he has kidnapped in a “stallion” and with an upright “rattle”. And to an unusual hermeneutical parallelism between the poem and the account of the apparitions of the Virgin of Guadalupe, the Nican Mopohua.