Centralidad y globalización en la ciudad de México
Abstract
Hoy en día, la ciudad de México puede verse como un lugar caótico, lleno de inconvenientes tales como la inseguridad, los embotellamientos y el ruido. Ninguna de estas visiones sería equivocada, como no lo son tampoco la del taxista que transita por las avenidas sobre el carril de la derecha, a mediana velocidad, en busca de clientes, la del chofer de microbús que espera pasaje o la del peatón que aspira a cruzar la calle enfrentándose solo a vehículos y conductores. Cada habitante de la metrópoli tiene "su ciudad", porque las madrugadas no son las mismas para el corredor que trota en el parque y para el comerciante de la Central de Abasto, ni las mañanas lo son para el empresario que ojea el periódico en el asiento trasero o para el conductor de un camión de basura. El medio día para una funcionaria de la Bolsa de Valores son distintos a los de la señora que fríe quesadillas en la esquina. Y el anochecer urbano significa para unos el inicio de la jornada de trabajo y para otros el cobijo anhelado de los encuentros furt vos.