Uso y aportaciones de la disciplina arabista a la construcción del nacionalismo español durante el siglo XIX
Abstract
En España a lo largo de numerosas décadas se ha desarrollado un debate aun abierto sobre el origen de la identidad colectiva que inviste todo aquello que se entiende como “español”. La discusión, claramente, surgió en el interior del propio país y fue impulsada fundamentalmente por los grupos marginados, o al menos, aquellos que se consideraron como discriminados de la concepción de Nación que se oficializó en España el siglo antepasado. En vista de la magnitud del problema, en este trabajo de investigación determiné aproximarme al núcleo del debate, es decir, a la composición de la identidad colectiva que se le asignó a la Nación naciente durante el XIX y explicar cómo fue que se llegaron a establecer algunos de sus elementos históricos más representativos, esencialistas y trascendentes. La presente investigación se divide en tres partes. En el primer capítulo me encargo de exponer el contexto histórico bajo el cual se desarrolló el objeto de estudio que he descrito líneas arriba, pero más aún, en esta sección decidí explicar las problemáticas que rodearon y definieron “el asunto” del nacionalismo en España. Con esto busco que se comprendan por qué el arabismo se perfiló como una disciplina no sólo útil sino también necesaria para la política social y cultural de la época. En el segundo capítulo, elaboré una explicación a propósito de lo que es la disciplina arabista en España; desde cómo se formó hasta cómo se fue desenvolviendo a lo largo de las décadas decimonónicas. Con este apartado pretendo que se observe en qué sentido el arabismo fue una disciplina diferente a la historia especialmente en su vertiente medieval; y no sólo eso, me interesa a su vez, que el lector entienda la dinámica ideológica que los intelectuales arabistas poseyeron -con base en el escenario político de su entorno- y que les hizo darle a su producción académica un sello personal pero útil para los discursos político-nacionalistas. Finalmente, en el tercer capítulo expuse qué fue lo que el arabismo español en términos generales le brindó al nacionalismo español para permitirle configurar “una historia nacional” que sirviera como soporte intelectual a las pretensiones políticas, tanto liberales como conservadoras.