El renovado cuento de Hans. ¿Es posible la convivencia entre flujos turísticos masivos y habitantes de las ciudades de arte? El caso de Venecia [Presentación]
Resumen
El nombre Hans del título del presente trabajo hace referencia al niño que una leyenda popular holandesa ensalzó como salvador de todo un pueblo, al haber mantenido durante toda una noche su dedo índice en el agujero que se había creado en la presa que separaba a la ciudad del mar, impidiendo así que la fuerza destructora de las aguas arrasara con todo. Venecia también experimenta un riesgo similar al del pueblo holandés. El mar tumultuoso y peligroso es el desbordamiento del turismo; el dique que defiende la ciudad es el puente sobre la laguna, su cordón umbilical que la une a la tierra firme. Está claro que el fenómeno turístico está fuera de control y que se enriquece cada temporada con aspectos que chocan cada vez más con la vida de quienes tienen que preocuparse por defender sus espacios vitales. Batiendo mes tras mes los récords económicos de rendimiento de una máquina de dinero (Venecia y su laguna) que hay que explotar en todas las dimensiones posibles. Para atemperar esta situación, se han presentado diversas propuestas. Destacarían tres condiciones imperativas. La primera, de carácter cuantitativo, es la necesidad de definir un límite al número de visitantes diarios que pueden entrar en la ciudad. La segunda, de carácter económico, debería permitir a los ciudadanos de Venecia evitar el pago, a través de sus impuestos, de los costes cada vez mayores de los servicios públicos (en particular, el transporte y la limpieza urbana) derivados del aumento incontrolado de las llegadas a la ciudad. La tercera debería referirse a los aspectos del comportamiento de quienes vienen a Venecia. Sin embargo, para alcanzar estos objetivos es necesario activar dos niveles: El institucional (sobre todo a nivel local) y el ciudadano (también con formas de auto organización desde abajo). Estos dos niveles deben interactuar y cooperar. Pero, sin duda, la responsabilidad individual de los ciudadanos también es cada vez más importante. Las respuestas individuales pueden llegar a ser ejemplares y muy eficaces. Venecia también puede ser defendida por la acción de muchos Hans… The name Hans in the title of this work refers to the boy who a popular Dutch legend praised as the savior of an entire town, having kept his index finger in the hole that had been created in the dam that separated the city for a whole night. of the sea, thus preventing the destructive force of the waters from destroying everything. Venice also experiences a risk similar to that of the Dutch people. The tumultuous and dangerous sea is the overflow of tourism; the dam that defends the city is the bridge over the lagoon, its umbilical cord that unites it to
the mainland. It is clear that the tourist phenomenon is out of control and that it is enriched each sea son with aspects that increasingly Clash with the lives of those who have to worry about defending their vital spaces. To mitigate this situation, various proposals have been put forward. Three imperative conditions would stand out. The first, of a quantitative nature, is the need to define a limit to the number of daily visitors that can enter the city. The second, of an economic nature, should allow the citizens of Venice to avoid paying, through their taxes, the increasing costs of public services (particularly transport and urban cleaning) derived from the uncontrolled increase in arrivals in the city. The third should refer to aspects of the behavior of those who come to Venice. However, to achieve these objectives it is necessary to activate two levels: The institutional (especially at the local level) and the citizen (also with forms of self-organization from below). These two levels must interact and cooperate. But, without a doubt, the individual responsibility of citizens is also increasingly important. Individual responses can be exemplary and very effective. Venice can also be defended by the action of many Hans...