La imagen disidente del #YoSoy132
Resumen
El #YoSoy132 perfiló en una retórica visual que resulta significativa por la manera en que integro los recursos visuales con los textuales. Los carteles producidos en el movimiento 132 revelan una clara referencialidad histórica en el lenguaje del cartel, al mismo tiempo que expresan la inmediatez y contundencia del mensaje textual. Aunque muchos de dichos carteles no fueron impresos, sino que circularon en comunidades de Facebook y Twitter, en algunos casos aparecieron como réplicas de la acción en las calles, o bien, fueron transferidos desde su textualidad en las redes hacia las consignas de la protesta callejera. La inventiva del lenguaje de quienes crearon estos carteles, hayan sido o no realizados por diseñadores, fue resultado del descrédito acumulado de los monopolios televisivos, procedente del uso deliberado del medio masivo para instaurar un poder de facto, que recurre a argumentaciones y discursos que pregonan objetividad, pero no la ponen en práctica. La diferencia entre los discursos de Televisa y los de los jóvenes que interpelaron a Peña nieto y a la televisora radicó no sólo en las motivaciones e intereses de cada uno, sino en la transparencia de los mensajes y en la capacidad argumentativa empleada. El hecho de que las redes permitan una expresividad que potencia los mensajes mediante la simultaneidad nos habla de la necesidad de hallar formas de deliberación diferentes a las dominantes: plurales y concurrentes, horizontales y transparentes, compartidas y diversificadas.