De la intrahistoria a la literatura : la capital novohispana en la obra de Luis González Obregón
Resumen
"Como dijera Azorín en Una hora de España a propósito de la
belleza de un viejo palacio, estas construcciones han adquirido
"la dulce pátina del tiempo", "el encanto melancólico de lo
viejo. Ahora sus piedras nos dicen lo que antes no podían decir:
la tragedia del tiempo que se desvanece". 0, como escribió con
un sentido similar Italo Calvino en su conocido libro Las ciudades
invisibles, la ciudad, en tanto paisaje creado durante siglos
por el ser humano, "no dice su pasado, lo contiene como las líneas
de una mano", y nos muestra la sabiduría inmemorial de sucesivas
generaciones que parecen hablar desde los surcos de sus piedras.
A este llamado de la ciudad en su historia profunda acudió
uno de los principales colonialistas de México en el período de
entresiglos: Luis González Obregón."